jueves, 14 de febrero de 2008

SENTIDO DE OPORTUNIDAD Y MOVILIZACION SOCIAL

ELIAS ROJAS PAREDES
13feb2008

No cabe la menor duda que el gobierno de Alan García marcha por el despeñadero del autoritarismo. No puede ser de otra manera. La política de generar miedo es una de las constantes de la derecha, es un mecanismo al cual siempre van a recurrir cuando sus políticas de generar consenso han fracasado. Eso de que estamos en el mejor de los mundos, que vamos en forma acelerada a ganarle a Chile, que somos el paraíso de las inversiones, que las cumbres nos van a colocar en el centro de la inversión, etc., terminan colisionando con la realidad, que siempre terca muestra la crudeza de la desigualdad social y el fin del espejismo.

Todo parecía indicar que Alan García quería tener paz social, para ello algunos señalaron que estaba inclusive presto para hacer algunas concesiones. Sin embargo el discurso de la paz social se construye y se seguirá construyendo con la derrota del movimiento social y político alternativo. La dureza como ha tratado el movimiento social se ha ido acentuando para desembocar en una abierta persecución política a Ollanta, el ocultamiento del impacto de la crisis económica yanki, la persistencia en un política económica que tiende a agravar las condiciones sociales y económicas de los más pobres, el desbocado afán privatizador de la selva y del patrimonio histórico de la nación y la sistemática destrucción del maestro y la escuela publica. Todo esto indica que la acentuación del autoritarismo quiere la paz de la derrota del movimiento social, la destrucción de cualquier alternativa antisistemica.

Es evidente que estamos ante un escenario de conflicto. Las paralizaciones en la selva, la anunciada huelga del Cusco, la articulación de un movimiento de profesores que están fuera del SUTEP, pero que son representados por el sindicato, el descontento creciente por el incremento de los precios de los alimentos, la inflación que crece en este rubro, son los síntomas de este escenario de conflicto. Gramsci nos recuerda que la crisis económicas por si mismo no generan movilización social, son las organizaciones, el partido político, el que tiene la obligación de construir una plataforma y organizar la movilización social. Es verdad, igualmente que la crisis de los partidos en el Perú se expresa en los vacíos que deja, que de una u otra forma es llenado por el movimiento social, siendo el primero en reaccionar, o en su defecto, sobre todo en los espacios regionales, los medios de comunicación los que llenan la responsabilidad de los partidos. A esto hay que agregarle el surgimiento de un actor importante como los presidentes regionales, que dentro de su diversidad, son los que por determinados momentos centralizan y representan el descontento social. Pero también es cierto que están acicateados por los conflictos locales y la necesidad de su proyección política.

Las encuestas de fin de año, por su pretensión evaluadora, mostraron que el principal factor del de la desaprobación de Alan García, es el incremento del precio de los alimentos. Cuando todo el mundo mira que la tasa inflacionaria de Lima es baja, no se percata que en provincias la inflación prácticamente duplica hasta triplica el promedio de Lima. Y cuando esta se desagrega al rubro de los alimentos encontrara que esta ha crecido más allá de lo previsto por los neoliberales. Para PPK la inflación en alimentos en Lima esta cerca del 10% y para el caso del Cusco y Arequipa esta debe estar bordeando el 18%. Esto ha motivado un debate en la derecha, la primera respuesta ha sido que la inflación es importada, PPK señala que esto explica un tercio de la inflación, Marthans de la SBS señala que es solo un 10% y Adrianzen que se debe a la política expansionista del Gobierno y del BCR. En suma la inflación no es importada, sino producto directo de la política económica. Tan cierto es esto que los ex funcionarios caviares de Toledo han salido a señalar que el problema es la política económica del gobierno, recomendando una política restrictiva tanto en el gasto del gobierno, en los prestamos de consumo, etc. En suma, si se persiste en esta política prociclica avanzamos al desencadenamiento de una crisis mayor, que conjugada con el impacto de la crisis de EE. UU. el panorama se torna cada vez más oscuro.

No existe voluntad del gobierno de modificar la actual política económica, en la medida que apuesta a que las Cumbres con la UE y la APEC, signifiquen un salto cualitativo en cuanto a inversiones. Para ello tiene que mostrar la solidez de la economía y esta se muestra con el crecimiento del PBI. Esto solo se puede hacer si se continua “pichicateando” a la economía, es decir si se continua con una política expansiva. Entonces lo que esta pesando más en las decisiones de García es su ego, de allí que las únicas medidas sean las que afectan directamente a los trabajadores.

Como se podrá observar el gran telón de fondo es la política económica, que si continua igual va a desembocar en una crisis. Los primeros síntomas del mismo se esta expresando en el incremento de precios de los alimentos, pero también, y esto es lo importante, en la imposición del tercio superior para contratar maestros. Esto tiene que ver con la implementación de una política mayor, por tanto la posibilidad de neutralizar un movimiento social importante para poder implementar la reducción presupuestal, en corto plazo para enfrentar esta situación económica, como para proyectarse en el mediano plazo en aplicación de la política de privatización.

El gran factor desencadenante de este escenario de confrontación, por donde van a expresarse los factores que vienen directamente de la aplicación de la política económica, es la lucha en contra del tercio superior. Esta se puede convertir en una gran plataforma para ampliar la convocatoria y el contenido de la protesta. Es un escenario que se muestra favorable para la defensa de los derechos y modificar la correlación de fuerzas. El gobierno se encuentra aislado, los gobiernos regionales muestran que estamos ante un gobierno autoritario, que la defensa de la democracia y el estado de derecho a pasado a otros actores sociales, esta lucha además expresa su contenido descentralista.

La propia derecha se ha visto obligada a reconocer que el gobierno se ha excedido y que el tiro le ha salido por la culata. Solo el PPC y el Fujimorismo defiende este mamarracho del tercio superior. Los caviares se han visto obligados a salir, muy a su pesar, a señalar que el gobierno se equivoco y que la medida es inconstitucional.

La capacidad de articulación del SUTEP se expresa en el comportamiento de los presidentes regionales. Esto también debe demostrarse en la capacidad de canalizar el descontento social en relación a la suba de los alimentos.

Visto el escenario es importante el ingreso de otros actores que sirvan para afianzar el aislamiento del gobierno, por ello se debe comprometer a otros sectores institucionales, es decir no solo a los estudiantes de educación, sino a las universidades, facultades de educación, institutos pedagógicos, así como a los padres de familia. Presionar para que los colegios profesionales se pronuncien, principalmente los colegios de abogados.

En el campo social debe convertirse en un eje de la protesta, ampliar la plataforma para hacerla social, es decir la construcción de una plataforma que movilice en base al sentido común, donde el discurso vaya construyendo un escenario que puede desembocar en la actual coyuntura o en una etapa posterior. Siempre en las luchas del magisterio se han presentado esta construcción de una plataforma social, útil por la radicalidad y la presión que genera para la solución de la reivindicación de los maestros. Hoy esta visión utilitaria debe ser dejada de lado para comprometerse en una lucha mayor, ser parte del mismo. Por tanto tener la capacidad de vencer esa radicalidad para acumular fuerzas, actuar dentro de una estrategia y no en los marcos de la espontaneidad.

El gobierno a cometido un error, la persistencia en el mismo lo esta llevando a profundizarlo. Hoy en todo el país se preguntan si Chang, Alan, Del Castillo estuvieron en tercio superior. Miran el comportamiento clientelista y se preguntan si los que entraron trabajar son del tercio superior. Estamos pues ante una oportunidad. El escenario en su conjunto nos muestra que esa oportunidad requiere con urgencia organización política, una plataforma y movilización social. Esto unido al descontento social por el incremento de los precios de los alimentos, configuran un escenario que obligan a actuar. La urgencia reside en ser vanguardia, recuperar el rol del partido y asumir su responsabilidad en la lucha por el cambio social.