domingo, 4 de enero de 2009

PCdelP(PR).-COMPENDIO DE NORMAS DE ESTATUTO SOBRE CONTROL Y DISCIPLINA-VII CONGRESO NACIONAL

PARTIDO COMUNISTA DEL PERÚ
(PATRIA ROJA)
VII CONGRESO NACIONAL
COMPENDIO DE NORMAS DE ESTATUTO SOBRE CONTROL Y DISCIPLINA
TITULO PRELIMINAR
RESUMEN PROGRAMATICO, PRINCIPIOS Y TAREAS

El Partido Comunista del Perú (Patria Roja) es un destacamento organizado de vanguardia del proletariado peruano; representa sus intereses de clase y defiende, consecuentemente, los intereses del pueblo explotado y oprimido del Perú.

El Partido Comunista del Perú (Patria Roja) tiene en el marxismo leninismo la base teórica que guía su pensamiento y acción. Asume el pensamiento de Mao Zedong y el de su fundador, José Carlos Mariátegui, que representa el punto de partida de la aplicación creadora de la teoría científica del proletariado a la realidad concreta del país.

El Partido Comunista del Perú (Patria Roja) es incompatible con toda manifestación de pensamiento dogmático, revisionista, empirista. Permaneciendo firme en los principios marxista-leninistas, trabaja incansablemente por su desarrollo científico y revolucionario incorporando los aportes que, desde diversos campos, benefician la lucha por la causa socialista y comunista.

Lo integran personas avanzadas que provienen de la clase obrera y el pueblo. Se incorporan a sus filas los hombres y mujeres que, voluntariamente, aceptan los requisitos señalados en el presente Estatuto y se manifiestan dispuestos a remodelar su concepción del mundo con la teoría marxista leninista y la práctica revolucionaria. Los comunistas, consecuentes con sus principios, colocan siempre lo colectivo en primer lugar, subordinando los intereses individuales a los del pueblo, de la patria, de la revolución y el socialismo.

El Partido Comunista del Perú (Patria Roja) presta atención permanente a la dirección, organización, concientización y unidad de los trabajadores y el pueblo oprimido y explotado en su lucha por el Poder político, la revolución y el socialismo. Concede atención especial a su elevación ideológica, política y cultural, a su capacitación intelectual y moral para la consecución de sus fines de clase.

Valiéndose del materialismo dialéctico y el materialismo histórico para analizar las leyes del desarrollo de la sociedad capitalista, Marx y Engels crearon el socialismo científico. De conformidad con esta teoría, con la victoria de la lucha revolucionaria del proletariado, la dictadura de la burguesía será sustituida por la dictadura del proletariado, y la sociedad capitalista cederá el paso y se transformará en la sociedad socialista que instaure el sistema de propiedad social sobre los medios de producción, termine con la explotación del hombre por el hombre, elimine toda forma de opresión y polarización social. En la sociedad socialista la producción estará regulada en función de las necesidades sociales de la población y en relación armoniosa del ser humano con su medio ambiente. En ella regirá el principio de «cada uno, según su capacidad; a cada uno, según su trabajo», y se superarán las contradicciones campo - ciudad, trabajo manual e intelectual y de género.

El socialismo coloca al ser humano en el centro de todo y convierte al hombre en el único dueño de la sociedad. Socialismo y democracia son indivisibles, en caso contrario se corre el riesgo de su degradación autoritaria y burocrática. El objetivo final del Partido es la implantación de la sociedad comunista luego de haber alcanzado un elevado desarrollo de las fuerzas productivas, logrado un gran progreso en lo ideológico, político y cultural, de modo que entre en vigencia el principio de «cada uno, según su capacidad; a cada uno, según su necesidad».

La construcción de la sociedad socialista presupone un largo proceso histórico para su desarrollo, perfeccionamiento y culminación, y será la continuación ininterrumpida de la revolución democrática, nacional y popular. Sus cimientos se forjan desde ahora con la incorporación consciente de los trabajadores a la lucha, su educación en los valores del colectivismo, la solidaridad, el internacionalismo, la actitud comunista ante el trabajo y la vida.

Tomando en cuenta el desarrollo histórico del Perú, el Partido hace suya la estrategia y línea general de la revolución por etapas e ininterrumpida, reconociendo en el proletariado la clase dirigente capaz de llevarla a cabo de manera consecuente e integral.

En la etapa actual la tarea central de la revolución consiste en terminar con la dominación del imperialismo para alcanzar la plena independencia nacional, derribar la dictadura de clase de la gran burguesía, instaurar el Poder democrático popular, realizar la nación, garantizar el desarrollo económico sostenido con justicia social y la integración nacional con descentralización económica y política.

Su estrategia y tácticas tienen como referente permanente la lucha por el Poder popular y el socialismo, la unidad más amplia del pueblo peruano basada en la alianza obrero-campesina, la hegemonía de la clase obrera, la combinación de todas las formas de lucha de acuerdo con las circunstancias y los objetivos revolucionarios.

Para el cumplimiento de estas tareas el Partido asume la línea de masas, basando su actividad, estilos de trabajo y métodos de lucha en este principio. Concede atención especial a la forja y desarrollo de los órganos de democracia directa y su importancia estratégica. En su actividad organiza y orienta la lucha del proletariado y el pueblo en lo económico, político, social, cultural, teórico y ético. Se propone combinar correctamente su papel de vanguardia con la más activa participación del pueblo peruano en la realización de sus políticas y en la forja de la alternativa democrática revolucionaria y su perspectiva socialista. El Partido es consciente de que, sin la participación libre, soberana, voluntaria y comprometida del proletariado y el pueblo peruanos, no habrá revolución y menos bases sólidas para el socialismo.

Por las consideraciones señaladas, su esfuerzo fundamental se dirige, en todo momento, a despertar la conciencia del pueblo, del proletariado en particular, a incorporado activa y organizadamente a la lucha por la democracia popular y el socialismo trabajando codo a codo con él, esmerándose en ganar su dirección política, ideológica, teórica y cultural.

El Partido trabaja esforzadamente, donde quiera que se encuentre, por la cohesión de la clase obrera, por la alianza obrero-campesina, por la unidad del pueblo oprimido y explotado y de las nacionalidades que lo integran, y por la unidad de los comunistas en un solo partido.

El Partido Comunista del Perú (Patria Roja) es uno en lo ideológico, político y organizativo. No comparte la libertad de fracción en su seno ni tolera el entrismo. La política dirige todas sus actividades. Preservar su unidad revolucionaria y la esencia de su ideología constituye un deber que todo militante debe observar rigurosamente.

Su principio básico de organización es el centralismo democrático. El centralismo se funda en la .democracia, en el despliegue de la iniciativa de las bases y en el creciente fortalecimiento de la institucionalidad partidaria. La democracia sin centralización y disciplina conscientemente asumidas, carecerá de fuerza y de capacidad de acción.

Se orienta por el principio del internacionalismo proletario. Basa en él sus relaciones y su trabajo por la unidad del proletariado mundial, los pueblos, las naciones y estados agredidos por el imperialismo, las organizaciones y fuerzas democráticas, patrióticas y revolucionarias que luchan contra el imperialismo, el capitalismo, el hegemonismo, el racismo, el sionismo y toda manifestación reaccionaria internacional. Defiende y apoya los movimientos de liberación nacional, a los países, pueblos y partidos que construyen el socialismo. Fomenta una activa solidaridad y fraternidad con los pueblos de América Latina y el Caribe en su lucha antiimperialista, por su desarrollo independiente y la integración regional.

Los comunistas peruanos somos profundamente patriotas y fervientes internacionalistas. La revolución peruana, siendo la continuación de la gesta emancipadora, es parte de la revolución proletaria mundial. Las luchas del proletariado y pueblo peruanos son inseparables de las luchas del proletariado internacional y de los pueblos y naciones del mundo contra el imperialismo y el capitalismo, por la liberación nacional y el socialismo. ¡Proletarios del mundo, Uníos! es el lema del Partido.

El Partido Comunista del Perú (Patria Roja) desarrolla sus relaciones con los partidos comunistas y obreros de todos los países conforme a los principios de independencia, autodecisión, igualdad, respeto mutuo y no intervención de un partido en los asuntos de otro. Trabaja, asimismo, por ampliar sus relaciones con los movimientos de liberación nacional y otras organizaciones y partidos revolucionarios, antiimperialistas, democráticos y progresistas del mundo.

CAPITULO II
DE LOS DERECHOS Y DEBERES DEL MILITANTE

Art. 3.- El militante tiene los siguientes derechos:

a) Participar con voz y voto en los eventos del Partido para formularla Línea Política, el Programa, el Estatuto, la elección de los dirigentes y la toma de decisiones que sean de su competencia;
b) Elegir y ser elegido para cualquier cargo o responsabilidad, dentro de las condiciones estatuidas;
c) Exigir y recibir la formación y capacitación partidaria para el desarrollo de su personalidad y pensamiento creador, su espíritu critico, manteniéndose informado sobre los asuntos vitales del partido;
d) Criticar, dentro de los cauces orgánicos, la actividad de cualquier militante, cuadro, dirigente u organismo, a fin de contribuir a su desarrollo, mejorar el trabajo revolucionario y superar las debilidades;
e) Mantener y expresar libremente su opinión personal en el seno del Partido y apelar al organismo inmediato superior sobre cualquier decisión con la que no esté conforme, sin eximirse de la obligación de acatarla mientras se tramita la apelación;
f) Solicitar su participación personal en todos los procesos en que se juzgue su actuación y conducta, así como su derecho a la defensa ante el organismo que procesa su caso;
g) Velar por el funcionamiento regular de los organismos y la práctica de la dirección y trabajo colectivos.
Art. 4.- El militante tiene los siguientes deberes:
a) Fidelidad al servicio del pueblo, de la patria, la revolución, el socialismo y del Partido;
b) Militar obligatoriamente en una célula y excepcionalmente en otros organismos del Partido; organizar nuevas células y círculos de premilitancia;
c) Construir y organizar el partido en el seno de las masas trabajadoras, educándolas y movilizándolas para la realización de sus fines de clase;
d) Estudiar y aplicar de manera creadora el marxismo leninismo, la Línea, el Programa y el Estatuto del Partido; combatir el empirismo, el espontaneismo y toda manifestación de oportunismo a fin de preservar y desarrollar su carácter proletario;
e) Estudiar la realidad nacional, investigar las condiciones concretas de la lucha, a fin de descubrir las leyes particulares de la revolución peruana y las singularidades en la construcción del partido del proletariado peruano;
f) Practicar de manera permanente y consecuente la línea de masas como principio fundamental de trabajo de los comunistas;
g) Preservar la unidad revolucionaria del Partido, combatiendo cualquier brote escisionista o fraccionalista en su seno;
h) Aplicar las resoluciones de los organismos dirigentes y rendir cuentas de las tareas encomendadas;
i) Practicar la crítica y la autocrítica como método para resolver los errores y las contradicciones no antagónicas. Toda crítica se hace con criterio político buscando siempre superar las deficiencias, mejorar el trabajo de los camaradas, fortalecer la capacidad de lucha de la organización y potenciar su influencia y autoridad políticas. La autocrítica expresa la voluntad de rectificación de los comunistas;
j) Cumplir y hacer cumplir la disciplina del Partido, la misma que es obligatoria para todos los militantes sin excepción;
k) Llevar una vida modesta y sencilla conforme a los valores de la moral comunista, la solidaridad y el colectivismo;
l) Combatir la ideología y las prácticas burguesas y pequeñoburguesas, y sus manifestaciones como burocratismo, sectarismo, oportunismo, corrupción y todo otro desviacionismo ideológico o político;
m) Cultivar la solidaridad y fraternidad revolucionarias con los camaradas y con el pueblo;
n) Practicar el autosostenimiento económico, contribuyendo al éxito de las actividades financieras del Partido. Incrementar su patrimonio y el de las organizaciones de masas;
o) Comprar, estudiar, aportar y difundir el órgano central y la literatura del Partido;
p) Regirse por las normas de trabajo abierto y secreto, ser discreto y ejercer la vigilancia revolucionaria;
q) Cotizar mensualmente en el organismo que milita.

CAPITULO III
DE LAS NORMAS FUNDAMENTALES DE ORGANIZACION DEL PARTIDO

Art. 5.-El Partido basa su organización y funcionamiento en los principios fundamentales del centralismo democrático, la crítica y la autocrítica, la dirección colectiva y la responsabilidad individual, el ejercicio del control y la rendición de cuentas.

Art. 6. Su principio básico de organización es el centralismo democrático. Este principio establece que el Partido tiene una sola línea ideológica, política y orgánica. Reconoce un solo órgano máximo y soberano de dirección: el Congreso Nacional del Partido y, entre Congreso y Congreso, el Comité Central.

La democracia en el Partido implica: el derecho del militante a participar en la toma de decisiones colectivas y en la ejecución de las mismas, la práctica de la elección en todos los niveles, la crítica, la fiscalización y revocación de cargos y dirigentes mediante consultas de abajo arriba o en certámenes del Partido. Significa que los militantes, dentro de los cauces orgánicos discuten, deciden y determinan las cuestiones concernientes a la línea partidaria. Las elecciones se efectúan mediante consultas democráticas y el voto directo de los militantes, si se trata de la elección del Secretario de Célula, y, a través del voto de los delegados de sus organismos en las instancias superiores del Partido. Una democracia fecunda y creadora determina un centralismo consistente y vigoroso, también fomenta el liderazgo colectivo como individual.

El centralismo significa la aplicación de los acuerdos colectivamente asumidos, la subordinación del militante a la organización, de la minoría a la mayoría, del nivel inferior al superior y de todo el Partido al Comité Central. Este principio es la garantía de la aplicación de la política del Partido en una sola dirección, el funcionamiento adecuado y eficaz de sus organismos.

El centralismo es, precisamente, la cualidad de reunir ideas justas, de unificar los puntos de vista de una dirección conjunta y coherente. Por ello se asienta en una amplia base democrática. El centralismo democrático es la garantía para crear, dentro del Partido, un ambiente en que haya tanto democracia como centralismo, disciplina como libertad individual, unidad de voluntad y satisfacción moral. La disciplina es la asimilación y aceptación consciente y lúcida de las directivas a ejecutar y no la aceptación pasiva, mecánica, carente de razón y opinión. La disciplina así entendida y practicada, no anula la personalidad, la iniciativa, ni la libertad, más bien las canaliza en función de los lineamientos partidarios y cierra el paso al individualismo y al anarquismo. Sólo un centralismo democrático así puede generar una disciplina consciente y creadora y alcanzar la unidad de voluntad en el Partido, incompatible con la existencia de grupos y de fracciones.

Una vez concluida la discusión y tomado el acuerdo sobre un determinado problema, la unidad de voluntad y de acción de todo los miembros del Partido constituye el eje de movilización y trabajo político en una dirección única y centralizada.

Art. 7.- La crítica y autocrítica es el método fundamental para resolver las contradicciones no antagónicas en el seno del Partido y en el pueblo. Practicar la discusión ideológica, analizar objetivamente la realidad, atreverse a reconocer y corregir los errores descubiertos, llevar a la práctica los acuerdos tomados, constituyen las pautas que ordenan una sana vida partidaria que todo militante debe cultivar.

Art. 8.- Las organizaciones del Partido sin excepción alguna deben orientar su trabajo por el principio de dirección colectiva y responsabilidad colectiva e individual.

Art. 9.-. Los organismos superiores tienen la obligación de rendir cuentas de sus actividades periódicamente ante los organismos que los eligieron, escuchar constantemente las opiniones de las masas de dentro y fuera del Partido y aceptar la vigilancia y control de los militantes.

Art. 10-. En las decisiones orgánicas no se permiten abstenciones y en el partido no proceden las renuncias a responsabilidades ni a tareas asignadas. Sí un militante disiente de alguna resolución o directiva del Partido puede reservar su opinión y tiene derecho a exponerla orgánicamente, por escrito, a los niveles superiores correspondientes, incluso al Congreso; mientras tanto las acata e implementa.

Art.1 1.-Los organismos partidarios, en todos sus niveles, deben velar constantemente por la seguridad del Partido, su composición social y su carácter de clase. También desarrollar una adecuada política de infraestructura y autosostenimiento así como una correcta combinación del trabajo abierto y secreto, público y cerrado. No existen relaciones horizontales directas entre comités, salvo las autorizadas.
Art.12.- Los comités y células tienen la facultad de revocar a los dirigentes y a los responsables de tareas asignadas conforme a las normas estatuarias y al Reglamento.

Art.13.- El Reglamento del Estatuto es aprobado por el Comité Central. Norma el funcionamiento eficaz y ordenado del Partido. Su aceptación y cumplimiento es de carácter obligatorio para todos los militantes y organismos.

CAPITULO VIII
DE LA COMISION DE CONTROL Y DISCIPLINA

Art. 39.- El Congreso Nacional elige la Comisión Nacional de Control y Disciplina. Su Presidente será designado por sus miembros en su primera sesión. Los Comités Regionales harán lo mismo en su circunscripción.

Art. 40.- La Comisión Nacional de Control y Disciplina está encargada de velar por el cumplimiento de los acuerdos congresales, las disposiciones estatutarias, la disciplina del Partido y también promueve la educación de los militantes respecto a la aplicación de la disciplina y normas estatutarias. Estudia los casos de infracción grave a la disciplina del Partido. Propone las sanciones sobre los mismos, así como aborda los problemas disciplinarios tomados por los organismos intermedios o de base.

Art. 41.- Los integrantes de la Comisión Nacional de Control y Disciplina deben ser camaradas ejemplares del Partido, con una militancia no menor de cuatro años. Los integrantes de las comisiones similares en los Comités Regionales deben poseer una militancia no menor de tres años.

Art.42.- Las atribuciones de la Comisión de Control y Disciplina, para el ejercicio y eficaz cumplimiento de sus funciones serán definidas por su respectivo Reglamento.

Art.43.- Por la función que desempeñan, es incompatible ser integrante de un Comité y de la Comisión de Control y Disciplina a la vez.

CAPITULO IX
DE LA DISCIPLINA ESTIMULOS, FALTAS Y SANCIONES

Art. 44. El ejercicio de la disciplina es un ineludible deber de todo miembro del Partido, resultado de una concepción de la vida y de la libre emisión y discusión de opiniones; debe ser asegurada con una adecuada verificación de tareas.

Art. 45. El Partido hace expreso reconocimiento y estimula a los militantes y organismos que se distinguen en el cumplimiento de sus deberes y tareas revolucionarias; con tal finalidad promueve en todas las instancias la más sana emulación que fomente el avance ideológico y político de sus miembros, que refuerce el espíritu partidista y la fraternidad revolucionaria entre la militancia.

Art. 46.- Será sancionado disciplinariamente el militante que cometa las siguientes faltas:

a) Violación de la Línea General, del Estatuto y Reglamentos;
b) Irregularidades en el manejo de fondos y bienes del Partido, de las organizaciones de la clase obrera y del pueblo;
c) Trabajo divisionista y fraccionalista en el seno del Partido;
d) Fomentar relaciones horizontales entre organismos y militantes;
e) Actos de traición a la clase obrera, a las masas populares y al Partido; delación, infidencia o colaboración con el enemigo de clase;
f) Degeneración ideológica, política y moral; aforrarse a cargos partidarios, públicos o tareas asignadas en provecho personal o de grupo;
g) Acusaciones calumniosas, difusión de éstas, práctica de chismografía y liberalismo, actitudes de cualquier índole que dañen el prestigio del Partido o tiendan a desmoralizar sus filas o poner en peligro la seguridad de sus miembros;
h) Aventurerismo, provocación, degradación de clase (lumpen);
i) Incumplimiento de las responsabilidades de dirección y de tareas de militante;
j) Propiciar el arribismo caudillista y el culto al personalismo.

Art. 47.- Los militantes que sin causa justificada no participen de la vida interna del Partido, dejen de abonar sus cuotas mensuales y no cumplan sus tareas durante tres meses consecutivos serán considerados fuera del Partido por propia voluntad. Si un militante da muestras de apatía y no da signos de progreso a pesar de la educación que se le imparta, hay que persuadirlo a que se retire del Partido.

Art. 48.- Las sanciones disciplinarias se aplicarán según la gravedad de las faltas y el grado de responsabilidad del militante. Ellas son:
a) Amonestación simple en su organismo,
b) Amonestación severa con conocimiento escrito del Partido;
c) Destitución del cargo que ocupa en el Partido con pérdida del derecho a elegir y ser elegido por tiempo determinado;
d) Suspensión o separación temporal de la militancia;
e) Expulsión pública del Partido;
f) Otras sanciones revolucionarias;

Art. 49. El Comité Central está facultado para tomar medidas disciplinarias a militantes de cualquier organismo del Partido. Los Comités Regionales, zonales y Locales lo harán en las circunscripciones que les corresponde.

Art. 50.- Cuando un organismo de base o intermedio sancione a un militante con la expulsión, ésta será definitiva una vez ratificada por el respectivo Comité inmediato superior. El militante sancionado, acatando la decisión, tendrá derecho, si lo desea, a la revisión del caso y apelar ante las instancias superiores, inclusive ante el Congreso Nacional del Partido.

Art. 51.- Las infracciones a la Línea General y al Estatuto por parte del Comité Central y los Comités Regionales serán investigados por la respectiva Comisión de Control y sancionadas por el organismo dirigente inmediato superior. El Comité Central podrá determinar la intervención de un comité cuando las circunstancias lo ameriten. En caso de que la infracción cometida determine la remoción del Comité de dirección, el organismo respectivo convocará un evento partidario extraordinario de esa jurisdicción para regularizar tal situación.

Perú, 10 de Noviembre del 2 000.
VII CONGRESO NACIONAL
PC del P (Patria Roja)
Ediciones CONACID VII Congreso Nacional.